29.8.08

Poema de María Dolores Lucero


yo
que miraba a las moscas en siestas amarillas
que fabricaba aromas con alas de mariposas
y juntaba ramos de alfalfa para los camellos
fui sorprendida en la laguna chapoteando penas
montada en mi caballo

yo
que rezaba rosarios frente a muertos ajenos
que descubría la vida desde la ventanilla de los trenes
y amoldaba mi alma a las distancias
despedí a mi madre en un diciembre hostil
la polvareda atroz ocultaba en su nube
a un jeep que manejaba nuestro padre muy serio
atrás los tres hermanos
.. hermanados de negro

terca la vida siguió tejiendo .. destejiendo
una tarde de invierno se lo llevó a mi padre
a mi hermana en abril de un año que no quiero
y a mi hermano han tres años pasado del entierro

en esta soledad sola ante el misterio
yo
soy la cicatriz de lo que llevo adentro

© María Dolores Lucero

Poema de Gladis Moine


Caminos de Vida

Cuando la soledad golpea fuerte el alma
desaparezco.
Como agua en la tierra
resurjo.
¡Pesa esta orfandad!
¡pesa este vacío!

Propongo seguir en mí en ellos.

© Gladis Moine

Poema de Norma Segades


Catedrales

(Plegaria de los pájaros)

De los pechos furtivos,
exhaustos de ternura,
el pichón bebe ríos de tinieblas,
desovilla las fiebres
en el ácido aroma del andrajo,
orina el desamparo
sobre el frío agrietado de la piedra.
Mutilado por hebras de pan duro,
el martirio del hambre
acecha la liturgia del cordero
y en la raíz de la desesperanza,
las manos extendidas
danzan un remolino de veletas
erizando la urdimbre del silencio.
A la sombra del muro,
la madre es un otoño de ojos secos,
un resplandor sarnoso pariendo lunas negras,
un párpado sin sueño
mendigando el milagro de otra noche
ante una multitud de ojivas ciegas.

© Norma Segades

Poema de Marta Cwielong


Los pies de mi madre
tienen grietas
albergan la ilusión
perdida
de los tiempos de la guerra
el exilio obligado
del
apátride

Tienen sonrisa
para morir en otra tierra,

perder la lengua matria

abandonar el mar que los mojaba

los convirtió en tierra árida

Ya no hay barcas que
llegan al atardecer en su busca
ni bellos marineros cantándole

sus pies están ajados
pero sus pechos
aun esplendorosos
niegan la muerte

duelo
de las renuncias que trajo
yo duelo
de su tan lejos

© Marta Cwielong

Poema de Leonor Silvestri


media clase

cuando el pánico visita
envuelvo mis juguetes
en un ovillo de miedo
nada se mueve
nada se muda
nada conmueve
ni el frío ni las hojas
ni este otoño celeste
como torbellino
de polvo pobre hambre
muerte quieta allí
estoy bien

© Leonor Silvestri

Poema de Ana Emilia Lahitte


CUERPO DE MUJER

Una conspiración del universo
para que el horizonte
se desnude.

© Ana Emilia Lahitte


Poema de Liliana Alemán


Carrusel

La plataforma gira
y nos refleja
después de todo
ves aquel paisaje
uniformado
el atardecer
tus manos inmensas
mi juego
un momento turbio
el mosquito
partido al medio
pobre
sobre el brazo
desnudo
se agita
mi sortija.

© Liliana Alemán

Poema de Carlos Barbarito


SIETE INVIERNOS

Sumerge la mano en la sombra
y la cree, por un momento, agua.
No sueña.
Sueña con un maniquí bajo la lluvia.
Muere y despierta en la misma cama,
bajo la misma frazada.
Afuera, abejorros entre las flores,
lejanos ladridos de perros,
que no ve ni oye.
Al alba, como siempre,
habrá un llamado que no atenderá
y, del otro lado, de nuevo,
tal vez por última vez,
una boca pura, una música celeste y pura:
¿por qué no vamos al mar,
por qué en el mar no nos desnudamos?

© Carlos Barbarito

Poema de Ana Mercedes Collazo Martínez


Espejismo

Perpetúas un gemido
en la desembocadura.

En la cresta,
corta la espuma
un efímero canto.
El viento anuncia celo.

Quédate aquí, quieto.
Róbale formas
al ondulante espejo,
imita memorias
con lengua de fuego.
Serpentea mi cuello
mordiendo el invierno.

¡No te muevas!

dibújate en mi ojos quimeros,
encréspate en el murmullo
de mi memoria
y déjame rozarte con mis cimas,
caderearte en el vaivén marino
y ahogarte en la pasión
que invento.

Me voy ya.
Regresaré, regresarás

cuando te nombre de nuevo.


© Ana Mercedes Collazo Martínez

Poema de María Chapp


M A N A

quien sabe si veré la tierra prometida
............
novia incandescente

son tantos los gemidos de los pobres

rumores del abismo
..........
escoria y nácar
donde los desamparados
celebran su agonía

vuelan cantores en la nube violeta
esparciendo
maná
......................... que no vemos

© María Chapp

Poema de Michou Pourtalé



LOS PADRES VIAJAN

Las hermanas salen para la escuela,
nietas pródigas con sus besos
se inclinan sobre mí, cetácea dormilona,
ellas cuchicheando simulan aletear.
Sin otra noche de mi vida,
apenas si las veo
por la hendija del ojo levemente
algo digo, treta matutina al fin.
Similar tono sus cabellos tirantes
afloran en cola por detrás la mochila
llena de risa e ingenua frescura
y un algo de mí junto a ese tanto de ellas despacio,
escalón por escalón, baja
hacia el bus que está por venir.

© Michou Pourtalé

Poema de Salete Cardozo Cochinsky


Semi

El sonido de la noche implacable murmura.
¡Noche! Diga dónde el sol se esconde
¡Día! No arranqué el brillo de la luna.
Noche, día, háblame mas sobre él por qué,
el dónde , el como , con qué , por quién.

Desnuda, entre el esconderse del sol y el llegar de la luna,
en el intervalo voraz del “semiclaro” “semiescuro”,
Yo te procuro. Ó conocedora para que sea mí guía
En la lengua extranjera qué vive aquí dentro.

Noche y el suyo murmullo, día y el suyo augurio;
No dejan perjurio de las palabras por la mitad,
calcadas, predestinadas, habladas contra el viento
sin fuerzas , sin ecos , palabras sin “acento”.

Con tamaña ausencia qué presentifica,
un viento intranquilo que inunda el aposento,
y sobre las sabanas y en lleno desamparo
Ó luna, ó sol los suyos fragmentos,
sé, potente son puentes, escalera y fuentes ,
apostos, en “lo planeado” contiguo de la carretera,
basta levantarme, extendedse el horizonte
y el complicidad ‘celirate”,
hacen del eso el verdadero.


Traducida por la autora de la original escrita en el idioma portugués para el idioma español.


Semi

O som da noite implacável murmura
Noite! Diga-me onde o sol se esconde
Dia! Não leve o brilho da lua.
Noite, dia, digam-me mais sobre o porquê,
o onde, o como, com quê, para quem.

Nua, entre o esconder-se do sol e o chegar da lua,
no intervalo voraz do semiclaro, semiescuro,
te procuro. Ó sabedoria, para que sejas minha guia
na língua estrangeira que vive aqui dentro.

Noite e seus murmúrios, dia e seus augúrios;
Não deixam perjúrios de palavras meias,
calcadas, fadadas, ditas contra o vento
sem forças, sem ecos, palavras sem “acento”.

Com tamanha ausência que presentifica,
um vento inquietante que enche o aposento,
e sobre os lençóis e em pleno relento
ó lua, o sol, os seus fragmentos
sei potentes são, pontes, escadas e fontes,
apostos em “plano” junto a estrada,
basta levantar-me, estende o horizonte
e a cumplicidade, ‘celirate” serão verdadeiras.

© Salete Cardozo Cochinsky

Poema de Nora Perusin


mis zapatitos debajo del sillón

mi sexo

mi amor húmedo- esponjas

cicatrices de tu ausencia.

Reveo la noche en calma

con tu ausencia

tu nombre

tu sombra

haciendo lugar a fuerza

de recuerdo.


© Nora Perusin

28.8.08

Poema de Martha Goldín


........... entre las despedidas
...................... y los desencuentros
los amores y los desamores
en las horas malditas de la dictadura
cuando el Mal Supremo arrasaba
......................................... el país
y el exilio nos llevaba lejos
con el corazón hecho una hoguera
y las lágrimas apretadas
............................. caracol
................................... mi casa

© Martha Goldín

Poema de Norma Fumero


ni deseo ni cuerpo

sin inquietud entonces
sin tristeza todavía
y nada que esperar:
todo era víspera

al final de un largo y angosto corredor, tu casa. patio y plantas, pájaros. la cocina breve, los duraznos. quizá por premio, medias lunas y la yapa: esa tu forma de rapiñarle una ventaja a la suerte.

oscuro rojo
lámpara en la noche
y rezo

habría de regresar después
con nada que esperar
y la tristeza

en lugar de tu puerta
un parche
un ojo

© Norma Fumero

Poema de Roberto Glorioso


El cuerpo.

................
Inmenso bramadero
desorienta su costra en otro cuerpo.

La herida aún se llama
.....................
silencio.

© Roberto Glorioso

Poema de Isabel Krisch


dicen que rota la torre ... todo cambia
que conviene
—en realidad— limpiar el reborde
para salvar la herida

que la escala entre tierra y cielo
es el esfuerzo la transformación

dicen que por más profunda que esté
el rayo la parte
y que mucho se pierde en la caída

digo que los restos aún desintegrados
se perpetúan
que los sólidos ladrillos ...
el vértice
las columnas quebradas
el impulso de subir

que perduran las savias
la natividad de las aves
el polvillo azuzado por el viento
una palabra y un pincel

digo que nada desaparece
aunque el fragmento se trastoque
las astillas se diluyan

digo que los precios son varios
pero el espíritu transmuda
en alegoría
en curva rama de olivo ...
que crece
y se queda

© Isabel Krisch

Poema de Hebe Solves


URBANAS

........“En la sospechosa quietud del suburbio...”

El corazón de cuatro calles
es hueco.
A veces un jardín, en el centro
se desdobla en parcelas.

Los edificios labran
un espacio gratuito
donde conviven muñecas trasegadas,
latas, papeles, un abrazo furtivo

los perros y los gatos de la vecindad,
las bicicletas y la ropa tendida,
una alegoría de pasiones derramadas
en la indiferencia.

Es el humus del tiempo
que anotan las ciudades
en el desorden de la trastienda.
Tengo miedo de correr las cortinas,

mirar del otro lado
donde aguardan los restos
de la mujer que fui
y saber que persiste

en el ojo metálico
de un envase vacío, el terror
que animaba las voces y husmea
un perro abandonado.

© Hebe Solves

Poema de Judith Santopietro


Todo cúmulo de huesos
y la oscuridad por donde voy
con el miedo en las manos
igual a un rosario que se incrusta al pecho

En esta brevedad de cielo
Uno desea que el día se postergue
hasta ser luna herida
candelabro sobre nuestros ríos solitarios

Esta breve quietud
De las horas secas
De cien días que se despiertan
Para recordar la presencia
Junto a la antigua cruz sobre la acera.

© Judith Santoprieto

Poema de Irene Zava


Un pabilo que alumbra
Ocre y viento
En un cesto repleto de
gallinas
No sabe de
dulce honestidad.
No conoce la dicha
que se siente ante una multitud
que se abre a su paso,
Ni el olor del humo entre carpas.
Tampoco el de observar
los animales al acecho.
Soltar la correa a tiempo
Quien es toda esta gente
Blanco sobre blanco.

© Irene Zava

Poema de Juan Borges


EL DESTRUCTOR

el hombre incendió sus pocas cartas de amor
fingidas
porque nunca fue amado
tiro por la ventana sus recuerdos más bellos
y respiro su único olor
la soledad la desolación
hizo añicos el niño miedoso y tonto que fue,
grito y puteo
a las miles de fulanas que compartieron cama con él
aquellas le entregaron su entrepierna
pero le negaron su alma polvo tras polvo
miro a los ojos a los mendigos
no los compadeció
ya que el por alimentar a sus hijos se atrevió a todo tipo de atrocidades
robo, traiciono, fingió
pero ahora es el final
a lo lejos pudo ver banderas rojas
en las que creyó
ve caricias que se fueron
el calido hogar que se desvaneció
la madre que lo acuno
y toda esa vida puta que lo parió y lo lastimó
ya es su último aliento
pide su último deseo
como si hubiera un dios
pidió una hembra bien caliente
y un papel para escribir...
siempre escribir

© Juan Borges



Poema de Gabriela Delgado


Sobrevivirte

.......... Finaliza septiembre. Es hora de decirte
.......... lo difícil que ha sido no morir.
.......................... Roque Dalton

Ha terminado septiembre
y debo contarte lo difícil que ha sido el otoño
devorando mis sueños.
La distancia derrocha vacíos.
Sigo allí, justo donde me dejaste.
El viento se ha llevado los verdes
y estoy en duelo a muerte
con este amor que araña una puerta cerrada.
Si la consigna es sobrevivirte
voy perdiendo la guerra.
Mis manos sangran caricias contenidas,
mis ojos siguen sin negarte
y mi cuerpo sólo siente aquel roce
que carreteaba mi piel hasta embrujarla.
No hay otro que cure mi herida
ni palabra capaz de estremecerme.
No hay más mundo que un espejo
que me recuerda, cada día,
...........................
que la vida sigue.

© Gabriela Delgado

Poema de Edgardo Gugliermetti


Una lluvia de voces para despertar la noche

algo sucedió ... “hace un año en Marienbad”

lentes negros medias negras
anonimato ...
pupilas que no ceden

hace años nevaba ... era de noche
caminaba con un pavo real en la cadera

la hamacaban franchutes marineros.

© Edgardo Gugliermetti

27.8.08

Poema de Roberto Reséndiz Carmona


Reinalunas

En este mundo
cada quien aguarda la sorpresa
levanta el ancla
iza la bandera
impregna con rosales el pasillo
el borde de las hojas
incluso
la despedida del otoño.

En este mundo
encuentras
agujeros de luz en las esquinas
amantes
deseos para cumplir
la mano del destino.

Encuentras
Reinalunas
prados de vegetales con misterio
poemas al sol que se detiene.

También descubres
tormentas de besos en medio de la estepa
suspiros para recordar
que ayer nacimos...

© Roberto Reséndiz Carmona

Poema de Emilce Strucchi


Grita en rubí y en pinceladas piernas
Alas rotas, mujer de Coyoacán
que vas suplicándole a tu Diego-Rey

dices bufones, miedos amarillos
“todos los fantasmas usan trajes”
trajes
“del mismo color”

imaginar que están conmigo ahora
adentran

y me bailan tus geniecillos astros

con tanto opaco aquí
no encuentro mi gramática tonal
(y vos, de nuevo: “nada es negro”)
(y yo, que sola-mente me eclipsé)

me dan escalofrío tus fantasmas
mudos muerden mis dedos de mis pies
y ascienden hasta el núcleo
¿núcleo?
¿o excitantes oraciones
que danzan al desnudo y transparentan?

tiemblo sola al son de sus sonidos
que también amarillos ellos me amarillan
y vibran sin pudor

y vos, mi desalmada de rubíes
en espejadas lumbres
de tan pura columna
y plena de sangre alumbradora
me pintás

amordazándome.

© Emilce Strucchi

Poema de Eduardo Chaves


CABELLO, UÑA

El día de ayer es esa uña
que cortamos con aguda tijera
....
ese pequeño cuarzo repentino
que desaparece de pronto
entre los pliegues de un desorden de sábanas.
Miramos distraídos nuestro peine
donde tiembla un cabello fugitivo
....
sacudimos la mano
desviamos la mirada del espejo
damos un paso fuera del cuarto de baño
y el ayer, cabello, uña,
se desliza por el tobogán del vértigo
y viaja sin estaciones ni mayores circunstancias
a su propio país de secreta intemperie.
Hace nada más que un instante
te dije estas palabras
.........
y ya están convertidas en distancia
en briznas que un relámpago calcina
en niebla que en vano protegemos
con el cuenco vacío de las manos.
Que alegría fue darte una mirada
que logro extraordinario la luna entre las ramas
que dulce la mínima hermosura
de respirar el aroma de la noche
que se tiende en el mundo como una fresca ráfaga.
.........
Pero todo es ayer
cabello .......
uña
chispa que ha soñado ser luz
luciérnaga que enciende una lejana lámpara
donde mueren los nombres
.. los dolores .. las magias
y el olvido ha creado
su innumerable casa.

© Eduardo Chaves

Poema de Diana Poblet


Aviso de pérdida

Adonde han ido todos
si duele en la patria
los que caminan la plaza
y enderezan el grito
adonde habrán ido a campear estigmas
los que acompañaron con el viento en contra
sin medir heridas
despuntaron manos
adonde han ido payasos y niños
adonde los dedos con sabañones y el chocolate caliente
adonde los libros viejos para pibes sin sueños
adonde se aprenderá a leer
en esta patria con contracciones
plagada de estatuas erróneas
y libros brillantes que nadie lee.

© diana poblet -

Poema de Esteban González



A l que parte asustando a los pájaros.
se reserva el castigo del extravío.


El que parte con el corazón inocente y puro de perdones
siempre hallará el camino del regreso.


Nunca huyas en la oscuridad.
El
verdadero camino se encuentra con la luz del sol.

© Esteban González

Poema de César Carbache Mora



UN RAYO PLANTADO EN LA NOCHE
una luz ocultándose en la sombra
noche negra
...........noche blanca
sobre el llano una multitud de miradas
un murmullo de hojas que se aproxima

un árbol de silencio crece en el silencio.

© César Carbache Mora

Poema de Diana Espinal


Encendí el faro de la polinización y cayó
El once de trébol
Un cajón de perjuicio
Y un catálogo desbarajustado

Confusa de techos y de agujas
De perspicacia y de maniobras
Cambié el destello por dos enebros

Con los ojos de daga
Y el crujido de puerta oxidada
Extendí los brazos hacia la epidemia de ocres

Me vacié enrojecida de antílopes

© Diana Espinal

Poema de David Rosario Sorbille


CAFETÍN DE MI BARRIO

Al borde de mi ventana
imagino un tiempo lejano,
donde la amistad no tenía apuro
porque descansaba en las sillas
de la bohemia porteña,
con sus cuadros colgando
en la pared de la nostalgia,
y la conversación acostumbrada
donde las bromas se mezclaban,
con la copa del olvido
de un romance que no fue.

Cafetín del pasado
que renaces en la ausencia,
la vida se nos pasó
sin darnos cuenta,
como la voz de Discepolín
haciendo de Mordisquito,
con la vieja sabiduría
que adivina la historia,
y rompe el vidrio de la bruma
para evocarte rincón inolvidable
de mi barrio de Villa Devoto.


© David Rosario Sorbille

Poema de Cristina Fernández


MEMORIA DE PIEDRA

Existe una razón para que vuelva
a nutrirme de magia y de misterio.
Acaso sea un lazo que me une
a estas piedras desnudas y ancestrales
desde alguna otra vida que aún ignoro.
.....
... Pero sé que la voz que me reclama
.....
insiste sin descanso dentro mío...
En un vuelo de cóndores planeo
entre nubes de airosa consistencia
que dibujan sus formas en la piedra.
En aromas silvestres de algarrobo
me sumerjo buscando una quimera,
ese sueño constante que me acosa.
Y descubro la paz en los lapachos
fulgor rosa que incendia el viento leve
en las tardes calladas de setiembre.
...
... Hay un duende siestero que me llama.
...
¿ Es su nombre "destino" ? .....

© CRIS FERNÁNDEZ

Poema de Alejandro Mauriño


CIELO & PÁJARO

Vuela un gorrión ante mis ojos
y más allá se añade el cielo inmutable.
Es el mismo que vió la madre de mi abuela
al salir hacia América desde su nada.
Es idéntico al que esperaba, tras la noche,
la muerte de mi padre. Es igual
al que imaginó mi siempre bien amada
al comprender mi desmemoria.
El aire del cielo, el agitar de alas del gorrión
que lo hiende, el árbol bienamado
inadvertido de todo.
Un fluido misterioso se escurre
entre todas estas cosas dispares.
Nos empapa, y ratifica nuestra condición
de objetos. Cada día, para siempre.

Con una clepsidra fue medido, antes.
También con la arena y más,
con una máquina de péndulo
y el moderno cuarzo.
Y todos estos mecanismos, osados,
se pierden sin cesar en el tiempo.

© Alejandro Mauriño

26.8.08

Poema de María Teresa Andruetto


Este rostro ya estaba
debajo de la tela, estaba y carcomía
con su podredumbre el retrato del joven
con gorguera. Bajo las arrugas y los ojos
desteñidos están los ojos arrogantes
de otro tiempo, pero ni el otro ni éste
son grandes, a todos los ha herido
esta luz: ya nada es menos,
hasta lo más miserable
tiene su destello.

© María Teresa Andruetto

Poema de Elena Cabrejas



CENIZAS RECOBRADAS

................ En el lenguaje robado los silencios hablan
................ (del libro "Tiempo que duele"de E.C.)

Estiro los dedos de las manos
para tocar la memoria de la música
trágica y magnifica
de los adioses robados
mientras retumban en el mundo
las voces muertas que arrojaron al mar.

Los regresos suceden trayendo sangre
de un color no olvidado
y mi rostro recobra todas las heridas
con sus marcas tenaces
y ese olor repetido a viejas quemaduras
pintando obstinadas arañas azules
en la piel de los cuerpos.

Una estaca y otra y otra y otra
quieren crucificarme, inmovilizarme
en este espacio oscuro de borrasca
donde danzan las brujas para que deje de creer
suimergiéndome en una pesadilla
.................. que dura demasiado.

Afuera es noche
el agua fluye en el orgasmo de una alcantarilla
que un mendigo atraviesa
.................
con la edad de la calle.

© ELENA CABREJAS

Poema de Anamaría Mayol


CONTRADICCIONES

Me pides que no sea esa mujer
que
besa tus manos

te recorre la espalda
te muerde el alma

despeinando la noche sobre tu boca

que no sea esa mujer
que baila descalza
.....................
sobre los escombros

que ríe como una niña
...............
con la tristeza rota
sobre los huesos

y sin embargo
..............
me abrazas
tocas mis cicatrices
..............
me recorres

te quedas en mi voz

Me pides que no sea esa mujer
que sube y baja
...............
lentamente sobre tu piel

lame el silencio en tu boca
y no dice
.............
ni pronuncia su nada

que no sea lo secreto
que te abisma hacia el vacío

te vacía de amor adentro suyo
te desintegra
acalla el grito en los suspiros

Me pides
................
que no sea
mientras tu mano me busca
me halla
.............
me derrumba

© Anamaría Mayol

Poema de Ana Guillot


yo era la pequeña
detrás del árbol, la tila
la malquerencia
en su espacio sensor
los padres
como la rosa como la espina solitaria la pezuña

yo era la pequeña
en la sala de espera de cada circunstancia
mirando de reojo
el sexo inmaculado
las costumbres
(el vientre a ras del piso
no dice lo que zumba)
(el vientre a ras del piso
esconde verborragias y placeres)

yo era la pequeña
me gustaba creerme abandonada
perversamente triste, melancólica

yo era la pequeña abrazada al árbol caudal
morada y desnuda
me gustaba creerme envilecida
(los padres se abrazan
poco
diluyen los gemidos
y el arte de cantar
son austeros sensibles laboriosos)

/ella cuece rosales aunque sea pequeña
quiere conocer
lo que duele
los picos de las aves
en su almohada
(el vientre a ras del piso es una esponja
un abrevadero de aguas)
(el vientre a ras del piso
promete vino y pan)/

yo era esa pequeña arbórea
alucinada

© Ana Guillot
Pintura: Mirna Celis

Poema de María Paula Mones Ruiz


ARTE POÉTICA

Descubrirte… creando. Crearte… desnudándote
Sentir desde la nada, la vida
y comenzar el camino desde cero, sin cuerpo.
Dar vida a un color,
colorear una palabra iluminándote la piel.
Sostener al alma, a tu ser caminante,
cuando repleto de encrucijadas
vuelva al hueco de la luz, la poesía madre.
Que ella te cree. Que ella nazca de tu sed.
Que las huellas de sus dedos, tu escritura y ella
sean lo mismo, el mismo camino
de ida y de vuelta, como recién nacida.
Que vista de tu piel
Que
llore con tus lágrimas.
Que ría con tu risa. Como una madre.
Las madres
y la poesía
son únicas y eternas.
Viven por nosotros.
Y por ellas, somos
agonistas
de papel carne, de sangre tinta.
Y vivimos…
gracias a ellas.

© María Paula Mones Ruiz

Poema de Alfredo Lemon


Como el tabaco al consumirse,
la vida es breve:
.................... danza gris, bruma azul,
el placer se satisface y cada ilusión se desvanece;

todo esplendor es vulnerable,
las volutas se vuelven polvo tras el fuego.

© Alfredo Lemon

Poema de Anahí Duzevich Bezoz


ABANDONAR EN EL MISTERIO EL CALENDARIO

“Dios es simple, todo lo demás es complicado.”
ALBERT EINSTEIN.

Quedará algo más
que huellas olvidadas
al
involucrarse en los atajos de la vida.
Quedará algo más,
que caminos surcados
de despojos y magnolias.
Tal vez, después,
no haya sacrificios,
quizá, sólo reposo
y un espasmo de tiempo
que se aleja.
Más allá de lo real no hay
fracaso absoluto
ni rotunda victoria.
Lo cierto es,
que morimos
en cada paso, lentamente,
hasta presentir…
la insinuación universal,
transitoria y obligada a volver los pasos
hasta el umbral.
Luego,

por irrevocable impostura
abandonar en el misterio
el calendario.

© Anahí Duzevich Bezoz